24 de agosto de 2010

¿SABER LO QUE HACER?

Hace ya, algo más de dos años y antes de mi operación, pase la semana, sin duda, más dificil de mi joven vida. Me enfrentaba a momentos complicados, una operación muy delicada, y el miedo se asomaba diariamente a mi mente, aunque los beneficios eran infinitos, mi cabeza solo recordaba mis miedos, que no son pocos.
Me dió por escribir, reflexiones absurdas, pensamientos abtrastos, que me hacían más daño, pero sin duda, me tranquilizaban.
Quiero compartir con vosotros una muestra que marca, creo muy bien el bien y el mal en un mismo relato, el miedo a enfrentarme con la pasión de vivir, de obtener nuevos retos, que a día de hoy puedo decir que poco a poco voy consiguiendo, espero que, aunque no se disfrute os haga pensar.


Saber lo que hacer, no es lo mismo que hacer sin saber, cosas diferentes, aspectos de la vida fuera de todas formas, relaciones absurdas y desviadas. Saber lo que hacer, es una afirmación que siempre acaba por sorprenderme, llena de matices más o menos importante, como que tu vida es una mierda, tanto repites una frase que en el fondo acabas creyéndotelo, y en el fondo sabes que es mentira, ¿sabe alguien lo que hacer en cada momento?, yo no, ¡mentira!.
La cabeza repleta de pensamientos fuera de tono, sobresalientes las ideas torpes, que no me dejan ser el superhombre que siempre he creído.
No saber lo que hacer, es signo de agobiamiento intelectual, con ganas de todo menos de nada, con números rojos en entusiasmo y con pérdidas en felicidad. Una felicidad plena, larga y brillante que se rompe y disminuye por la torpeza de caminos con trampas, con viajeros mediocres, caminos nuevos, proyectos nuevos, compañeros de viaje muertos, lastres humanos que no me dejan andar, soñar, vivir. Me ronda la cabeza ideas negras, de dejar esta vida, y dedicar la nueva a soñar de nuevo, a vivir con quien me sume y no me reste, apartar del camino las trampas, los torpes y los mediocres, que no dejan abrirme camino y sacar la cabeza por encima del cuerpo.
Dejar la vida para saber lo que hacer. Acción plena sí, pero ¿satisfactoria?, ¿lograre la plenitud?, ¿lograre la felicidad nueva?, quizás no, pero será una acción nueva de ataque, contra los que no me dejan pensar. Volveré a pensar, a sentir, a amar, volveré a correr sin mirar atrás, si hace falta, volveré a correr con la sonrisa en los labios. Correré, una, dos, tres, las veces que haga falta, toda mi vida estará llena de nuevas vidas, de carreras absurdas, de huidas sin retornos sin querer.
Saber lo que hacer, no es correr por correr, no es huir por huir, no es dejar atrás los miedos que me persiguen es enfrentarme y batallar, batallar siempre, con firmeza, con ideas nuevas, sin apoyos sí, solo y con fuerza.
Ahora empiezo a ver la luz. Saber lo que hacer, hacer las cosas bien, luchar, enfrentarme a mis problemas, sin huir, sin correr, saber lo que hacer con mi vida, es luchar por ella por encima de trampas, ser más listo que mis compañeros de viaje, construir un nuevo camino sin baches, limpio, firme y nuevo, con ideales nuevos, pero con soledad extrema, ¿soledad?, quizás de todos las acciones, estar solo, es lo que más miedo me da, me devuelve el miedo a mi cabeza, no quiero estar solo, quiero luchas, nunca solo. La soledad no la soporto, quiero luchar, nunca solo, prefiero correr, huir, que aferrarme a una soledad extrema.
Saber lo que hacer en cada momento, no sé, pero si quiero luchar a vuestro lado, aunque me cueste la vida.

18 de agosto de 2010

SEA COMO SEA, PERO TE QUIERO AMIGO

Entenderse o no, es un signo claro de que estamos vivos, de que somos personas, con más o menos razón y sobre todo que la lógica sobre pasa en muchas ocasiones a los sentimientos y afloran sin remordimiento los defectos de las personas. No soy de esos a los que les gusta presumir y tampoco de esos que el interés sea cualidad implícita en mi condición, pero si soy de esos a los que una palabra amable bastará para sanarme.
La sensación que me produce ser querido, no es ni más, ni menos que a cualquier otro, no creo que exista más de eso y es una sensación que por lo menos en mi, se reproduce más bien cuando se que los que están a mi lado en el día a día son aquellos que de verdad saben atemperar el momento preciso.
Efectivamente eres de esos que si no estuvieras en mi vida, lo habría creado o por lo menos lo hubiera buscado, eres grande, solo en momentos y por lo poco que das te haces otorgar todo lo que quieras. No pides más de lo que das y por eso en las relaciones humanas, (por lo menos la nuestra) es lo que hay y no intentas sufragar amistad con amor o amor con amistad, ni te vendes y lo que es mejor, no te venden. Y eso amigo es de las mejores cualidades que te hacen ser como eres. Si te falta algo, y no me preguntes porque, es respeto por ti y mucho menos por algunos de los que te aprecian, pero en fin, eso es otra cuestión. Alternas alevosía con parsimonia, farándula con trabajo, romanticismo con esperpento, soberbia con dulzura, amistad con odio, todo o nada, pero nada sin ti no es más que una noche cerrando bares y tu, no estés. Soy así amigo, como tú, hermosos sentimentales repletos de pasiones que sufren a la luz de la soledad y desesperan en el naufragio de los sueños infinitos. Esta es mi forma de decirte sea como sea pero te quiero.