Hacer retórica con asuntos económicos, es algo cerca de muy pocos, pero de Mariano si. Rajoy propone medidas, dicen algunos, y otros defienden que Mariano si que sabe la verdadera historia de España, de su situación y de sus problemas.
Rajoy no propone medidas, sino que desciende al pasado más conservador de todos los tiempos y copia las relaciones institucionales, entre sindicatos y estado. Propone una reforma laboral, pero no con nuevas acciones y reacciones, no con nuevas situaciones políticas y sociales, no con relaciones entre patronal y sindicatos consensuadas y sobre todo no con un carácter de resolver la situación de crisis en nuestro país. Propone una reforma como en el 97, una reforma en donde siempre pierden los mismos, y en donde siempre ganan los mismos, pierden los trabajadores, ganan los inversionistas, especuladores y capitalistas, Una reforma que abarate el despido es lo que cree el Partido Popular que sana la crisis mundial. ¿Qué quieren ustedes, crear confusión y una huelga general como paso en aquellos tiempos? ¿Por qué no creyó en no apostar por las teorías económicas del gobierno de Bush?, pero apostar por una reforma, que sane al mundo empresarial y que aumente el despido si que es algo muy de acorde con las teorías básicas de la derecha española.
Se escucha últimamente mucho en las noticias, eso de que el gobierno norteamericano esta salvando o inyectando dinero en las empresas, multinacionales en bancarrota y en los fondos de inversión. Las empresas invierten en compras multimillonarias de otras empresas, de capitales extranjeros, en inversiones de rigurosas garantías, sin conocer, parece ser, las consecuencias de un gasto desorbitado y un beneficio muy poco demostrado. Muchos pensaran, mientras este papa estado que nos salve, pues que continué la fiesta, la especulación y sueldos millonarios a altos cargos. El gobierno norteamericano se gasta miles de millones de dólares en salvar a empresas que mas tarde o mas temprano acabaran por explotar de una u otra manera, esta inyección, debe ir acompañada de un proyecto de viabilidad económica, incluso y con unas propuestas claras para el desarrollo financiero de la empresa, no solo el dinero tiene que ser el motor y la salvación de las empresas, las capacidad humana tiene que regir y ser el verdadero artífice de la salvación de la crisis.
Mientras unos gastan el dinero de estado en salvar a empresas con cuantías multimillonarias, otros deciden mantener el gasto social, como medida reductora de la presion fiscal a los que los ciudadanos estan sometidos. El incremento de la inversión en licitación de obra pública es otra medida que el gobierno de España lleva a cabo, con la sana intención de mantener el trabajo de las grandes empresas constructoras del país, así detener la escalada del paro en los últimos meses. Medidas como la ayuda a las pymes y las grandes empresas, contra los bancos y los créditos obtenidos, medidas como las ayudas a empresas en la contratación de personal, son respuestas claras a problemas profundos, pero hacer retórica sobre lo que propongo que ya hice, solo nos lleva a la confusión, al alarmismo social y al descrédito personal y de los medios que influyen en el desarrollo de la economía española.
Señor Rajoy, déjese de oportunismos fantasmagóricos y dedíquese a proponer medidas concretas, a arrimar el hombro y no a confundir, torpedear y alarmar.
Rajoy no propone medidas, sino que desciende al pasado más conservador de todos los tiempos y copia las relaciones institucionales, entre sindicatos y estado. Propone una reforma laboral, pero no con nuevas acciones y reacciones, no con nuevas situaciones políticas y sociales, no con relaciones entre patronal y sindicatos consensuadas y sobre todo no con un carácter de resolver la situación de crisis en nuestro país. Propone una reforma como en el 97, una reforma en donde siempre pierden los mismos, y en donde siempre ganan los mismos, pierden los trabajadores, ganan los inversionistas, especuladores y capitalistas, Una reforma que abarate el despido es lo que cree el Partido Popular que sana la crisis mundial. ¿Qué quieren ustedes, crear confusión y una huelga general como paso en aquellos tiempos? ¿Por qué no creyó en no apostar por las teorías económicas del gobierno de Bush?, pero apostar por una reforma, que sane al mundo empresarial y que aumente el despido si que es algo muy de acorde con las teorías básicas de la derecha española.
Se escucha últimamente mucho en las noticias, eso de que el gobierno norteamericano esta salvando o inyectando dinero en las empresas, multinacionales en bancarrota y en los fondos de inversión. Las empresas invierten en compras multimillonarias de otras empresas, de capitales extranjeros, en inversiones de rigurosas garantías, sin conocer, parece ser, las consecuencias de un gasto desorbitado y un beneficio muy poco demostrado. Muchos pensaran, mientras este papa estado que nos salve, pues que continué la fiesta, la especulación y sueldos millonarios a altos cargos. El gobierno norteamericano se gasta miles de millones de dólares en salvar a empresas que mas tarde o mas temprano acabaran por explotar de una u otra manera, esta inyección, debe ir acompañada de un proyecto de viabilidad económica, incluso y con unas propuestas claras para el desarrollo financiero de la empresa, no solo el dinero tiene que ser el motor y la salvación de las empresas, las capacidad humana tiene que regir y ser el verdadero artífice de la salvación de la crisis.
Mientras unos gastan el dinero de estado en salvar a empresas con cuantías multimillonarias, otros deciden mantener el gasto social, como medida reductora de la presion fiscal a los que los ciudadanos estan sometidos. El incremento de la inversión en licitación de obra pública es otra medida que el gobierno de España lleva a cabo, con la sana intención de mantener el trabajo de las grandes empresas constructoras del país, así detener la escalada del paro en los últimos meses. Medidas como la ayuda a las pymes y las grandes empresas, contra los bancos y los créditos obtenidos, medidas como las ayudas a empresas en la contratación de personal, son respuestas claras a problemas profundos, pero hacer retórica sobre lo que propongo que ya hice, solo nos lleva a la confusión, al alarmismo social y al descrédito personal y de los medios que influyen en el desarrollo de la economía española.
Señor Rajoy, déjese de oportunismos fantasmagóricos y dedíquese a proponer medidas concretas, a arrimar el hombro y no a confundir, torpedear y alarmar.
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