No son buenos momentos para las astusias empresariales, pero si, para las amistades verdaderas.
En los malos momentos es cuando uno siente, oye y ve, en que sitio se sientan los que de verdad te quieren, te aprecian, te escuchan, te respetan y te huelen, son momentos en donde cuando uno se encuentra en las visperas de un precipicio a punto de caer, te das cuenta de quien y quienes alargan los brazos sin miedo a cogerte, sin miedo a caerse, sin miedo a tener miedo y sin miedo a saber lo que se hace. Uno alarga los brazos para coger o para abrazar y un abrazo de verdad es una inyección de felicidad y serenidad que recorre el cuerpo y te entremece las entrañas.
Buenos momentos son los que todos queremos vivir, pero los malos son los que hacen fuertes a las personas y muestran las verdaderas verdades de los individuos.
En los malos momentos es cuando uno siente, oye y ve, en que sitio se sientan los que de verdad te quieren, te aprecian, te escuchan, te respetan y te huelen, son momentos en donde cuando uno se encuentra en las visperas de un precipicio a punto de caer, te das cuenta de quien y quienes alargan los brazos sin miedo a cogerte, sin miedo a caerse, sin miedo a tener miedo y sin miedo a saber lo que se hace. Uno alarga los brazos para coger o para abrazar y un abrazo de verdad es una inyección de felicidad y serenidad que recorre el cuerpo y te entremece las entrañas.
Buenos momentos son los que todos queremos vivir, pero los malos son los que hacen fuertes a las personas y muestran las verdaderas verdades de los individuos.
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