11 de febrero de 2011

El Viento, El Llanto, Oscuridad

EL VIENTO.

El viento, es la máxima expresión de la tentación de airear las penas.
El viento, marca los destinos, los caminos y las sensaciones extremas.
El viento, me llevará, conectará con mis amores, atravesará mi alma.
El viento, gritará fuertemente ante la adversidad de mi gran calma.

Sufriré la ternura del amor a mi lado, de la brisa amarga del viento.
Ahorraré esfuerzo, obsequiaré ruinas y removeré el largo viento.
Lloverá tempestades en el negro cielo de la veteranía del viento.
No permitiré la única sensación que me permite andar sin viento.


LLANTO.

Llorar es la mayor sensación de la virilidad del hombre, de la única pasión en donde el hombre demuestra la verdad, su verdad, su capacidad de ser más hombre, más sentimental, más inocente, menos veraz, mas realidad. No puedo defender la sensación de la inocencia, porque no la tengo, la sensación de ser victima, porque no lo soy, la sensación de tener el apoyo, porque no lo tengo, la sensación de estar hundido, porque lo estoy. El llanto me reconforta, me sienta bien, no recuerdo ser menos fuerte sin llorar, sin tirar al suelo los despojos de los sentimientos más efímeros de mi mejor peor momento. El llanto puede ser tierno, desogado y barato, caro cuando cuesta una vida, largo cuando el hundimiento es tan alto como ancho, partido, cuando es intermitente el recuerdo de las vanas sensaciones.

OSCURIDAD

El cielo se cierra ante los ojos malévolos del que no quiere mirar, se hace negro, se oscuréce la retina, se empequeñece los sentimientos, negro sobre blanco las oscuras sensaciones de las negras viles palabras, que se marcan, que se empañan de renacimiento vacio y de muerte.

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