Cuando uno ama de verdad a su pueblo, lo ama por encima de hipocresías, intereses, subidas a rascacielos, porque en una de estas aceleradas subidas te puedes caer y no volver a amar más a tu pueblo o lo peor que tu pueblo no te ame. Dicho lo dicho, no es cuestión de percepciones de territorios de identidades nacionales cuando hablamos de realidades mediáticas y amor hacia una tierra que desde la posición que uno reside intenta ayudar al despegue democrático de sus identidades. Ahora que vagamos por el mundo de las razones perdidas en esto de las reacciones y relaciones institucionales entre comunidades y Gobierno central, yo me pregunto el porque de las intenciones verdaderas de algunos aviadores sin carne, me refiero a las marcadas referencias hacia un referéndum en el País Vasco y sobre todo me refiero a la poca capacidad interactiva del PP hacia los nacionalismos durante un largo periodo de tiempo y la reacción más centrista que intentan dar ahora estos señores, que solo demuestran su falta de frescura en ideales y capacidades.
Ibarretxe sigue equivocándose en su acercamiento a un nacionalismo más radical, quizás porque ve que su ciclo político se acaba y ve que su crédito escasea ante los vascos y vascas en la búsqueda de la victoria de las elecciones autonómicas. El País Vasco no necesita una consulta democrática para saber lo que quiere, necesita políticos de acción no de reacción ante las demagogias de algunos políticos, claro esta que al final la fortaleza de nuestra constitución será la que saque del atolladero político en el que el Lehendakari nos quiere meter.
La bandera ya no es signo de fachas ni de personajes de derechas, se ha comprobado y gracias a nuestros chicos de oro, los flamantes campeones de la Eurocopa, España ha vibrado, ha sentido y ha querido ser español, por primera vez hemos dejado los complejos y hemos sacado a la palestra la verdadera pasión que nos mueve. Desde Vitoria a Granada pasando por Barcelona, hasta las Islas Canarias, el rojo ha sido el color de España, ahora si podemos decir que nuestra democracia esta completa. Fuera condicionantes, de una vez por todas la fuerza roja no ha sido dañada por intereses, la bandera ha sido de todos no de unos pocos. Ver que un país se ha unido para celebrar un hecho histórico en nuestras vidas, la primera victoria de nuestra selección de fútbol en una gran cita, la primera en democracia, la primera libre y en donde gritar y agitar la bandera nacional ya no esta al alcance de unos pocos sino de todos. Un hecho muy llamativo y muy poco analizado es que en esta selección existe jugadores de casi todas las autonomías, Canarias, País Vasco, Cataluña, Madrid, Asturias, etc.… ver a ese Sergio Ramos con la bandera de Andalucía es un hecho que nadie le ha dado importancia porque en verdad no la tiene, pero nos demuestra que se puede querer a tu tierra, amarla y luchar por tu país, por todo eso arriba España.
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