A veces en la vida pública como en la vida privada de cualquier político encuentras demasiadas incompatibilidades, que hacen que te plantees verdaderos galimatías, en función de cómo te tomes de en serio ambas dos, tu vida pública y tu vida personal. Cuando la política se hace personal y lo personal se hace política, se transforma en una verdadera cuestión tanto personal como política, cuestión esta, que radica siempre en las relaciones personales con los tuyos y que se fulmina cuando la catadura moral y ética de los políticos se hacen evidentes hacia limites extremos negativos.
Bermejo y el partido Socialista no solo han vuelto a dar una verdadera lección de calidad política, sino que además hemos vuelto ha demostrar que el trabajo de gobierno del partido socialista es con los ciudadanos, demostrando que cuando uno gobierna tiene que tener responsabilidad política, realidad moral y verdadera ética con un proyecto, con unas ideas y con una nación y nunca la aferración al sillón tienen que ser por poder, por protagonismos y por personalidades varias, acciones estas que tanto daño han hecho a este país. En los gobiernos del muchacho Aznar no dimitió ni un solo ministro, ni cuando hubo huelgas generales, ni cuando se hundió el Prestige, ni cuando nos llevaron a la ilegal guerra de Irak, el mayor atentado terrorista islamista el 11-M, etc. Y aunque parezca mentira no, no dimitió nadie.
El ministro de justicia ha dimitido no porque la calamitosa oposición se lo ha pedido, no, eso no, sino porque cree en la responsabilidad que se merece España y el proyecto socialista, ha cometido un error, más mediático que problemático, pero como gran demócrata lo asume, da el paso para adelante y chapo para este político de cabo a rabo.
Escuchar declaraciones en los medios de comunicación de políticos populares, añejos, desfasados y carbonizados en esto de lo público y que cuando hablan, sus palabras chirrían en los oídos de los ciudadanos como cuando rascas con las uñas. Cuando Trillo habla sube el pan. ¿Pero, va ser el señor Trillo el que de lecciones de verdadera catadura moral y ética a todos los españoles? Por acordarnos de algo, recordaremos el asalto a perejil y como no, el ministro que contrato el Yak-42, por favor señor Trillo guardase sus lecciones para sus compañeros de partido que falta les hacen.
Si algún partido tiene un problema, no solo de liderazgo sino ahora también de corrupción interna, ese es el Partido Popular. Como siempre esta gente no aprende, sino que además tira la piedra y esconde la mano. El método ese de que una buena defensa es un buen ataque, no siempre funciona y que este método el cual ha tomado el Partido Popular pone de manifiesto que esta gente esta nerviosa y que en Génova algo huele ha podrido. Ir en contra de uno de los poderes fundamentales del estado, como es la justicia es ir contra el verdadero estado de derecho de los ciudadanos, tenemos derecho a saber que pasa dentro de las filas populares y convertir al juez Garzón en un verdadero villano, cuando hace apenas seis años lo consideraban un gran demócrata que era capaz de enjuiciar a dirigentes socialistas por la trama de los GAL, pero claro, eso fue otra historia.
Bermejo y el partido Socialista no solo han vuelto a dar una verdadera lección de calidad política, sino que además hemos vuelto ha demostrar que el trabajo de gobierno del partido socialista es con los ciudadanos, demostrando que cuando uno gobierna tiene que tener responsabilidad política, realidad moral y verdadera ética con un proyecto, con unas ideas y con una nación y nunca la aferración al sillón tienen que ser por poder, por protagonismos y por personalidades varias, acciones estas que tanto daño han hecho a este país. En los gobiernos del muchacho Aznar no dimitió ni un solo ministro, ni cuando hubo huelgas generales, ni cuando se hundió el Prestige, ni cuando nos llevaron a la ilegal guerra de Irak, el mayor atentado terrorista islamista el 11-M, etc. Y aunque parezca mentira no, no dimitió nadie.
El ministro de justicia ha dimitido no porque la calamitosa oposición se lo ha pedido, no, eso no, sino porque cree en la responsabilidad que se merece España y el proyecto socialista, ha cometido un error, más mediático que problemático, pero como gran demócrata lo asume, da el paso para adelante y chapo para este político de cabo a rabo.
Escuchar declaraciones en los medios de comunicación de políticos populares, añejos, desfasados y carbonizados en esto de lo público y que cuando hablan, sus palabras chirrían en los oídos de los ciudadanos como cuando rascas con las uñas. Cuando Trillo habla sube el pan. ¿Pero, va ser el señor Trillo el que de lecciones de verdadera catadura moral y ética a todos los españoles? Por acordarnos de algo, recordaremos el asalto a perejil y como no, el ministro que contrato el Yak-42, por favor señor Trillo guardase sus lecciones para sus compañeros de partido que falta les hacen.
Si algún partido tiene un problema, no solo de liderazgo sino ahora también de corrupción interna, ese es el Partido Popular. Como siempre esta gente no aprende, sino que además tira la piedra y esconde la mano. El método ese de que una buena defensa es un buen ataque, no siempre funciona y que este método el cual ha tomado el Partido Popular pone de manifiesto que esta gente esta nerviosa y que en Génova algo huele ha podrido. Ir en contra de uno de los poderes fundamentales del estado, como es la justicia es ir contra el verdadero estado de derecho de los ciudadanos, tenemos derecho a saber que pasa dentro de las filas populares y convertir al juez Garzón en un verdadero villano, cuando hace apenas seis años lo consideraban un gran demócrata que era capaz de enjuiciar a dirigentes socialistas por la trama de los GAL, pero claro, eso fue otra historia.
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