MANERAS DE PERDER

Es conocido por todo el mundo la máxima esa de que el político depende en buena parte y en más o menos proporción de la confianza popular, de los votos de la ciudadanía, en definitiva de la estimación en gran medida del pueblo, porque al final es soberano, sabio y es quien quita y da razones en esto de la política. También es conocido por la gente, que en esto de la política no es cuestión de intenciones ni de proporciones, sino de realidades, hechos, trabajo y proyectos. No es lo mismo, trabajar cuatro años incansablemente, por los problemas del pueblo, que apuntarse al carro del oportunismo mas rancio y promulgar, “eso lo sabíamos nosotros”. No es lo mismo trabajar por conseguir soluciones a los problemas económicos del País, que subrayar una y otra vez la misma cantinela costumbrista de siempre, “ya lo decíamos nosotros”. Esta claro que no es lo mismo y si no que vuelvan a mirar los resultados del pasado 9 de marzo y si no se conforman los de mayo de 2007.
El Partido Popular se encalla concienzudamente contra sus propias creencias, explica a la ciudadanía que es un partido democrático, de centro, renovador, con una idea de España clara, lo decía su eslogan de campaña, “Las Ideas Claras”, pero pasan las elecciones y en este partido democrático, liberal, de centro, no se mueve ni el apuntador. Se encalla contra sus ideales, se aferra a su estrechísima y organizada cúpula directiva y se deja manipular por pensamientos neoconservadores, de clasistas, de clérigos y falangistas. Pero pierden y no dimite nadie, ni el que lleva el agua a las reuniones.
En Las Gabias más de lo mismo, pierden, una, otra y otra vez y no solo es que no se mueva nadie, sino es que además sacan pecho, de algo que en verdad a mi personalmente me llenaría de estupor y vergüenza. Sacan pecho de la subida del número de votantes al Partido Popular el 9 de marzo, pero a mi me avergüenza que cuando en el PP de Las Gabias el cabeza de lista es, Nicolás Sánchez y su equipo, pierden mil votos y cuando es, Rajoy el cabeza de lista, los ganan. ¿Extraño, verdad?
Esto es cierto, el PP de Las Gabias ha recortado unos mil votos en relación con las elecciones Municipales de mayo del 2007. De los 1.600 votantes nuevos censados de unas elecciones a otras, unos mil votos han recaído en el PP, unos 400 han votado al PSOE y el resto a otras formaciones políticas.
Extrapolar resultados de unas elecciones a otras bajo mi criterio es bastante injusto y descabellado, primero, porque como he comentado en el municipio de Gabia no se presenta a Alcalde Rajoy, sino Nicolás Sánchez, segundo, porque la política municipal no tiene nada que ver con la política nacional y la ciudadanía valora mucho los equipos, la preparación, los proyectos y las personas, y tercero, Gabia cada vez más es un pueblo con mucha población emergente nueva, recién empadronados, con un voto cambiante y no tiene porque decidir su voto en función del pueblo sino de los hechos a nivel nacional.
Hemos leído recientemente unas declaraciones del candidato del PP de Las Gabias, que esta muy ilusionado por esta subida, dice que es espectacular, maravillosa, impresionante, que le da fuerzas, alegria, pasión, disloque, etc… Toda subida de votos por parte del Partido Popular tiene que ser espectacular, sobre todo porque hay que recordar que el PP pedió en Gabia por mas de 2.000 votos de diferencia, cifra histórica en Gabia, el PSOE consiguió seis concejales más que el PP, once en total de 17 y cuatro y uno rana el PP. Son datos verdaderamente alarmantes para un partido renovado, moderno, con grandes ideólogos, con grandes pensadores, algunos con dualidad de ideales, según ellos, son un partido fuerte y con posibilidad para gobernar. Pero, a la hora de depurar responsabilidades y dimitir, nada de nada. ¿Dimitir?, aquí no dimite nadie, no sea que a Nicolas, le de por marcharse y a algunos de los Barones, les pille descolocados.
Y ahora mucho menos después de haber roto la barrera de los 20 puntos por debajo, en las generales y de hacer historia con 32 puntos por debajo, en las municipales. A alguien habrá que apuntarle el tanto, a mi, por lo menos no.